Muy lejos quedan los tiempos en los que para ir a los Alpes esperábamos los días de vacaciones, ya fueran las de Semana Santa o las de verano.
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Fil à Plom
una escalada express en Chamonix
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Poco a poco se han ido normalizando las escapadas de fin de semana, sobre todo a Chamonix, que es el lugar de los Alpes con los accesos más rápidos y cómodos gracias a la autopista que llega hasta el mismo pueblo.
Hacía algún tiempo que iba detrás de la vía Fil à Plom al Rognom du Plan, una clásica imprescindible, con su cascada a mitad de la vía.
El primer intento con Xavi Mountain fracasó por culpa de una buena nevada de última hora. Con Xavi abrimos una trinchera en la nieve hasta el corredor de entrada, común con la Goulotte del Col du Plan, una vía que escalaria tiempo después en otra escapada de fin de semana. Después de una paliza considerable, llegamos a la rimaya. Xavi se queda y yo subo hasta la bifurcación donde empieza el Fil a Plom para ver la pinta de los primeros largos. Es tarde así que destrepo, volvemos por la huella abierta y regresamos a casa.
El segundo intento todavía fue peor. Quedé con mi amigo, el guía italiano Alberto Ieralla. Fui en avión hasta Ginebra y de allí en bus hasta Chamonix, pero de nuevo una gran nevada el día anterior nos lo puso difícil. Con Alberto decidimos subir hasta el Plan de l’Aiguille, pero tras media hora de luchar abriendo una profunda huella en la nieve, la historia se repetía, así que damos media vuelta y aprovechamos el día yendo a escalar las relativamente cercanas cascadas de Val di Gogne.
Finalmente, un fin de semana de primavera en el que daban “Gran Beau”, con Marcel Ruiz salimos de Barcelona un viernes a las 5:30 de la tarde. En Figueres recogemos a Josep Grau y a Jordi y del tirón seguimos hasta Chamonix, donde llegamos sobre las 2 de la madrugada y nos vamos directos al porche de Gaillans donde siempre hacemos vivac.
Alberto Ieralla en Cogne
Vivac en el porche de Gaillans
A las 8 de la mañana del sábado ya estamos en el teleférico de la Aiguille du Midí, para bajarnos en la estación intermedia y comenzamos a caminar hacia el Fil à Plom. Al final Jordi ha decidido quedarse en Chamonix, así que hacemos una sola cordada Marcel, Grau y yo, que nos repartiremos los 700 mts de vía, con una dificultad III, 4+.
De camino vemos que llevamos al menos 6 cordadas delante así que nos lo tomamos con calma. Yo voy constipado pero estoy muy motivado y no voy a dejar perder la oportunidad por un poco de malestar y de tos.
Los primeros metros, comunes con la Goulotte del Col de Plan son un corredor clásico y fácil que subimos desencordados para ganar tiempo.
Salimos de la Goulotte del Col de Plan hacia la izquierda y en el primer resalte nos encordamos. La primera parte me toca encabezar la cordada, escalando 3 tiradas tranquilas, con algún tramo de mixto fácil antes de llegar a la cascada del largo clave. Las cordadas que nos preceden se ven diseminadas a lo largo de la vía, pero con una cordada de suecos vamos coincidiendo en algunas reuniones.
La cascada del largo clave esta con buen hielo y muy escalonada por el paso de las cordadas, lo que facilita mucho su escalada.
En la base de la cascada, cambiamos y Grau encabeza los siguientes 3 largos. Tras escalar la cascada, viene un tramo con algo de mixto y al final un corto tramo de cascada menos vertical que la anterior.
Cascada de Hielo en Fil à Plom
Grau escalando la cascasa
Ahora le toca a Marcel que se pelea con una corta y lisa plancha de roca. Una capa de nieve inconsistente le da más guerra de la prevista ya que el paso de las cordadas precedentes ha ido dejándola descarnada. Marcel se ralla un poco con el paso pero al final consigue superarlo.
Tramo mixto después de la cascada
La segunda cascada más corta
Ensamble en el final de la vía
Final de la vía Fil à Plom
Vistas des del final de la vía
De nuevo me toca la cabeza de cordada y en un larguísimo ensamble en el que incluso pasamos un corto tramo de cascada fácil, nos plantamos en la arista Midí-Plan justo con las luces del atardecer. Son las 6 de la tarde.
Desde aquí, seguir la arista Midí-Plan en sentido inverso se hace largo y pesado, pero el esfuerzo queda compensado con una puesta de sol de lujo que hace más agradable la travesía hasta la cima de la Aiguille du Midí.
Final de la vía
Salida a la arista Midí-Plan
Anochecer de camino a la Aiguille du Midí
Finalmente el clásico vivac en los aseos del Teleférico de la Aiguille du Midi pone el punto final a un largo pero fantástico día de alpinismo, por una vía muy bonita y totalmente recomendable. En los lavabos coincidimos con la cordada de suecos a quienes les regalamos un sobre de sopa para que puedan reponer fuerzas, ya que no contaban con dormir aquí.
Vivac al lavabo de la Aiguille du Midí
El domingo, despertamos con la calma y tomamos el primer teleférico de bajada a Chamonix, donde, después del tradicional café con croissant, nos ponemos en marcha de vuelta.
Dejamos a Grau y a Jordi de nuevo en Figueres y las 6 de la tarde ya estoy en casa en Barcelona.
Reseña Fil a Plom
¡Un buen fin de semana express!
RAFA VADILLO